domingo, 10 de enero de 2016

Gestalt Transpersonal y Meditación

"La Terapia Gestáltica, al igual que las terapias existenciales en general, es comúnmente considerada un enfoque humanista... Sin embargo, el hecho es que la toma de conciencia es transpersonal. O, para utilizar el término más antiguo, espiritual". (p. 197s)

Con estas palabras, Naranjo apertura la posibilidad de una Gestalt transpersonal. Y digo "posibilidad" porque la diferencia crucial entre tener un enfoque humanista o uno transpersonal es justamente el como enfocamos la Vida. Naranjo es claramente transpersonal; Perls, aunque haya practicado meditación, no evidencia el pase del humanismo a lo transpersonal. Los dejo con Naranjo y su aporte a una Gestalt transpersonal:

...[La terapia] Gestalt y la meditación se complementan maravillosamente -la meditación enfatizando la atención, la expresión gestáltica. Sin embargo, ambas descansan en los mismos pilares -como la buena vida misma: capacidad de percatarse y espontaneidad. ¿Qué es la espontaneidad? Podríamos estar más cerca de la respuesta si clarificamos lo que no es: no es impulsividad, no es la mera expresión de deseos fuertes y emociones. El tema de la espontaneidad nos retrae al tema de ser uno mismo. La idea de ser verdadero con uno mismo implica, desde luego, la existencia de un "sí mismo". Si este término ha de tener algún significado, éste tiene que ser la contrapartida de la estructura del carácter, lo no condicionado -e, implícitamente, lo organísmico. (Naranjo, p. 215)

[En el camino de la terapéutica gestáltica] ...no hay reglas: sólo toma de conciencia. Atención y espontaneidad. O mejor aún: percatarse y naturalidad. La naturalidad no es impulsividad, sino algo que Fritz tuvo la intuición de estipular -una síntesis de espontaneidad y deliberación. (Hay mucho de eso en el Zen, especialmente en el arte Zen). Espontaneidad, pero espontaneidad controlada. Y espontaneidad controlada. (p. 221)

[Un] sesgo de la Gestalt... es la mayor apreciación del placer sobre el dolor en el proceso transformativo. Como la caractericé en sus primeros años, la Gestalt es un "hedonismo humanista". Cierto, la expresión del impulso ha ayudado a deshacer la represión, el mandato a no reprimirse ha servido al proceso de tomar conciencia de los impulsos, sin embargo, esto no debería llevarnos a pensar que el proceso inverso de inhibir los impulsos no es fructífero como un enfoque en sí mismo. Tradicionalmente, la espiritualidad no ha sido hedonista sino ascética, austera, a partir de un reconocimiento de que la restricción también puede agudizar nuestra atención a nuestros deseos y emociones. Si observamos en forma sutil la práctica gestáltica, podemos ver que estos dos aspectos se reflejan en ella. (p. 275s)

Extracto de:
Naranjo, C. (1990). La vieja y novísima Gestalt. Santiago de Chile: Cuatro Vientos.
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  • Para profundizar en las herramientas terapéuticas de la Terapia Gestalt ver los cap. 5, 6, 7 y 10.
  • Para profundizar en el tema de la Terapia Gestalt dentro del ámbito de la Psicología Transpersonal, ver el cap. 15: El Aspecto Transpersonal de la Gestalt.
  • Para profundizar sobre la relación entre la terapia Gestalt y otras disciplinas psicológicas y espirituales, vale la pena leer el capítulo 20: La Gestalt en el contexto de los caminos de crecimiento.