jueves, 4 de febrero de 2016

Trabajando con los Sueños

Mucho antes que Freud, los sueños han sido siempre objeto de tentativas de comprensión. El Talmud de Babilonia precisa que en esa época había en Jerusalén veinticuatro intérpretes oficiales de sueños, adivinadores de sueños. Un día, el rey los consultó a todos por un sueño que había tenido: ¡Cada uno le predijo un evento diferente! ¡Pero todos se realizaron! Bella ilustración metafórica de la simbolización múltiple fundamental del sueño.

En Gestalt no se aborda el sueño por asociaciones libres o por interpretaciones, sino por una descripción seguida de la "presentación" sucesiva de diversos elementos del sueño, con los cuales se invita al cliente a identificarse sucesivamente, con palabras y con gestos, en donde cada uno de estos elementos son considerados como una expresión parcial del mismo que duerme.

Se conoce sobre este tema la siguiente anécdota:
Una dama sueña que está siendo perseguida por un negro muy audaz. Ella trata de escaparse corriendo, pero él corre más rápido que ella. Agotada, ella se regresa y grita:
- "¡Bueno! ¿Para qué me quiere usted?"
- "¡Yo no sé! ¡Es su sueño, señora!"

O una variante, contada por la actriz Jacqueline Maillan:
"Yo soñé que estaba en un bosque. Encontré a un sátiro...
¡Corrí! ¡Corrí! ¡Corrí!
¡...Jamás pude alcanzarlo!"
Cuando trabaja un sueño, el cliente podrá ser invitado por ejemplo a representar sucesivamente: a la persona que va por un camino, la maleta que tiene en la mano, el contenido de esta maleta, el camino que ella toma, un obstáculo en este camino, etcétera.
  • "Camino por un camino recto, sin límites y sin bordes. No sé adónde me lleva. No sé dónde voy. Camino por este camino como autómata.
  • Soy la maleta: me llevan, me colocan, me toman, me abren, me llenan, me vacían. No soy responsable de lo que pasa.
  • Soy el contenido de esta maleta: hay muchas cosas apiladas ahí desde hace mucho tiempo; cosas útiles, pero también cosas inútiles que me pesan y que me estorban. Es tiempo de escoger para no guardar sino ¡lo esencial!
  • Lo esencial para mí es que soy ligera y libre y no me estorban los recuerdos caducos y los conocimientos inútiles.
  • Ahora me convierto en el camino: estoy tranquilo, estoy colocado ahí y sigo recto, sin ocuparme de nada. No tengo necesidad de ninguna señal evidente para otros; ¡lástima por aquéllos que no tienen confianza en mí! ¡Yo sé adónde voy y pueden tenerme confianza, en lugar de prepararme antes para los otros! Puedo construir mi vida según mis circunstancias y también improvisar con riesgo y creatividad, y no enterrarme vivo, como un funcionario público laborioso cuyo camino está arreglado hasta la jubilación".

No se trata simplemente de asociar palabras o ideas ni de plantear hipótesis, sino de sentir en mi cuerpo y en mis emociones el impacto de las imágenes y eventualmente representarlas, tendiendo aquí y ahora.


Extraído de:
Ginger, S. y Ginger, A. (1993). Gestalt. Una terapia de contacto. México D. F.: Manual Moderno, 30s