La mente consciente sólo actúa bajo los parámetros del inconsciente,
así como el “power point” sólo puede funcionar bajo el soporte del Windows. Así
como el power point es una herramienta del Windows, el consciente es una
herramienta del inconsciente.
El inconsciente, usando la
analogía de la computadora, es como el disco duro, su función principal es
almacenar información y a partir de ellas generar respuestas automáticas. Tiene
sus propios códigos, distintos del de la mente consciente, por lo que es
necesario conocer y entrenarse en hablar su idioma y en reconocer su forma de
funcionar. Si no, puede suceder como le pasa a mucha gente: vivir, morir, y no
enterarse siquiera la existencia de su mente inconsciente que sustenta los
programas bajo los que se vive (véase “Matrix”).
Este lenguaje propio es como
el funcionamiento de un computador cuántico, un procesador en paralelo, que
divide la información en partes más pequeñas que son enviadas a diversos lugares
para ser procesadas simultáneamente.
Se sospecha que mientras la mente consciente opera a una velocidad de
procesamiento de 40 bits por segundo, la mente inconsciente procesa unos 10
millones de bits por segundo.
Meditar (la práctica de la
meditación) sería un observar sin juicio de los códigos, del lenguaje de los
programas, los bits o los qubits (1 o 0, 1 y 0), en lugar de quedarse fascinado
u horrorizado con el programa. Uno puede reír o llorar con el programa (tu
realidad virtual), la diferencia la hace el saber que es un programa.
basado
en el libro: “La Curación Espontánea de las Creencias”, de Gregg Braden