Para comentar un tema poco presente en la psicología académica y, sin embargo, tan humano y tan actual:
...Maturana (1992) sugiere que "la envidia siempre se da como una falta de respeto por sí mismo, que lo orienta a ver que lo del otro es mejor que lo de uno... la envidia es siempre una expresión de autodepreciación."
La envidia no va de la mano con lo comunitario. Atenta contra la convivencia ética donde todos y todas deberán buscar el bien común. La envidia es un "bache" que se presenta en el camino a menudo y que se relaciona con una idea clásica y poco funcional del poder. Se busca en el deseo de control absoluto, y en el sentimiento de impotencia autoimpuesta, pero sobretodo se relaciona con la soledad, subjetiva, de quien la experimenta y con el miedo instalado por no poder ser visto "como el mejor" o más aún "como el único".
La envidia es en última instancia una regresión que nos recuerda "el por que yo no" del infante y que puede cobrar dimensiones institucionales pero que parte siempre del sentimiento individual de quienes pueden integrar una organización o un grupo humano. La envidia es una manifestación de inmadurez y puerilidad, de una persona o de una institución. Refleja falta de evolución y está, generalmente, ligada a actos de deslealtad, contra la persona o entidad que es envidiada. Es el quiebre de una postura ética.
La envidia adopta ropajes diversos...: desvalorizar o desconocer el aporte de los otros, pretender "inventar la rueda".
La intervención comunitaria nos muestra que sólo a través del reconocimiento del otro puede minimizarse o anularse el sentimiento de envidia y el resentimiento y por lo tanto evolucionar hacia un terreno común y próspero (la negrita es mía). Y esto se da en el plano de la convivencia entre iguales. Ello rige tanto para la relación entre instituciones como para aquella que se da entre personas.
Tomado de: Masías, Carmen (2003). Ética e intervención social: una reflexión a partir de la experiencia preventiva comunitaria. En: Revista Peruana de Drogodependencias Vol1 N°1 pp. 229s. Lima: DEVIDA.