¿Les suena esa frase, dicha por otros o por uno mismo?
Y sin embargo, culpabilizando al niño, se evita mirar los factores que afectan y que, si mejorasen, facilitarían el aprendizaje de las matemáticas.
Veamos Suele pasar que:
- No se usan materiales concretos. Por ejemplo, algo concreto es jugar a la tiendita. Así la aritmética cobra sentido.
- Se dan las soluciones sin que el estudiante lo intente o descubra por sí solo.
- No se permiten errores. Esto se evidencia cuando se evalúa sólo el resultado sin tomar en cuenta el procedimiento, que permite identificar la forma de razonar.
- Se presentan los temas de forma aburrida. Quizá el aburrido sea el profesor, dictando lo mismo sin innovar, o dictando un programa que no le gusta (al profesor le gusta trigonometría pero le toca enseñar álgebra, que le aburre).
- No se relacionan los temas ya aprendidos con los temas actuales.
- No se relaciona la matemática con otros aspectos de la vida y del conocimiento. Por ejemplo, aprender geometría en una mesa de billar. O échale un vistazo a la serie Numbers.
- No se adecúa el nivel de exigencia al grupo real que se tiene a cargo. Una derivación de esto sería la terrible costumbre de enseñarte un ejercicio y en el examen poner un ejercicio de dificultad mayor.
- La preocupación del docente está en el curso y no en los alumnos.
- Habrá que tomar en cuenta algo más: Es frecuente encontrar fracasos escolares, particularmente en matemáticas, en familias con secretos relacionados con hijos extramatrimoniales. De hecho, cada vez que el profesor plantea un problema con una variable X desconocida, ello pone inconscientemente en relación al niño con lo desconocido, lo que les hace vibrar emocionalmente y causa momentos de ausencia.
La matemática puede y debe tener por objetivos enseñar a razonar, imaginar crear, sentar las bases para otras disciplinas (no sólo de ciencias, el arte también emplea matemáticas) y ayudar a encontrar soluciones a SITUACIONES DE LA VIDA COTIDIANA.
Si nos librásenos de prejuicios podríamos aprovechar el juegos de naipes que nos ofrece una amplia variedad de opciones: sumatorias, probabilidades, memorización, etc.
Referencias:
Ramírez, Luz (1998). Dificultades escolares y la labor del maestro. Lima, Editora "J C".
Apuntes de la formación en Bioneuroemoción (s/f)