lunes, 16 de febrero de 2015

Una técnica regresiva en Eric Berne

En PNL hay un procedimiento llamado Posiciones Perceptuales que consiste en la capacidad de ponerse en distintos puntos de vista personales: en primera persona ("yo me siento así", "yo estoy haciendo tal cosa"), en segunda persona (hablar, sentir, pensar, desde la posición de otra persona, como la pareja, el jefe, un yo mismo de otra época, etc.) y en tercera persona ("veo que a él le pasa tal cosa", donde "él" puede ser otro individuo o yo mismo de otra época). Y hay otro llamado Línea de Tiempo, útil para identificar momentos cruciales y realizar cambios de perspectiva.

He encontrado una posible inspiración de estas técnicas en Eric Berne. Berne dice que la reintegración de la personalidad requiere de la expresión del Estado Niño -esa parte no racional, creativa y de emociones básicas- en presencia del Estado Adulto -razonador y objetivo- y del Estado Padre -normas y valores de nuestros padres-.

Berne llama a su técnica "análisis de regresión", y la describe como un procedimiento directo en el que no se trata de hablar de lo que pasó como si fuera un recuerdo (hablar desde el Estado Adulto), sino de ponerse en el instante de lo vivido, sentirlo, revivenciarlo (hablar desde el Estado Niño). Lo cito:
Cuando un Estado del Yo arcaico previamente sepultado es revivido en todo su vigor en estado de vigilia, queda entonces permanentemente a disposición del paciente y del terapeuta para un examen detallado. No sólo ocurre una "abreacción" y un "traspaso", sino también  se puede tratar al Estado del Yo como a un niño real. Se lo puede cuidar y aun mimar hasta que se abre como una flor, revelando todas las complejidades de su estructura interna. Por así decirlo, se lo puede manejar y darle vueltas hasta que se logran ver todos los detalles que hasta entonces no estaban visibles. Tal Estado activo del Yo no se considera (...) como una memoria, sino como una experiencia por derecho propio, más parecido al fenómeno del lóbulo temporal de Penfield.
Berne describe la consigna de la siguiente manera:

"Tengo cinco años de edad y todavía no he empezado a ir a la escuela. Tú tienes la edad que quieras, siempre que sean menos de ocho años. Adelante ahora."

  • Esta consigna implica que habrá un diálogo entre dos niños.
  • Se elige la edad de ocho años porque pocas personas afirman no recordar nada anterior a esa edad; y los cinco años por el léxico limitado.
  • Por lo tanto, el diálogo es simple, directo, sin rodeos, concreto; lo que desalienta la defensividad de usar palabras rebuscadas.
  • Reportar la experiencia suele ser dificultoso, porque el terapeuta se halla dividido entre una parte regresionada y otra parte de adulto observador. Este suele ocasionar que el terapeuta no recuerde los detalles de lo ocurrido. Esto lo menciona Berne y  yo lo he notado en mi y en otros terapeutas que trabajan de forma similar (consteladores, decodificadores). Estaría relacionado con los descubrimientos de aprendizaje y memoria según el estado de conciencia.

Un ejemplo de Berne:

"El señor Wheat, cuyo padre había muerto cuando él contaba dos años de edad, hablaba en una sesión individual sobre ciertas actitudes Paternales suyas en relación con sus propias travesuras sexuales.
Dr. Q: Tengo cinco años de edad y todavía no he empezado a ir a la escuela. Tú tienes la edad que quieras, siempre que sean menos de ocho años. Adelante ahora.
Sr. W: Mi papá ha muerto ¿dónde está el tuyo?
Dr. Q: Salió a ver enfermos. Es doctor.
Sr. W: Yo voy a ser doctor cuando crezca
Dr. Q: ¿Qué quiere decir "muerto"?
Sr. W: Quiere decir que está muerto, como se mueren los pescados, el gato o el canario.
Dr. Q: No es lo mismo, porque cuando muere la gente es diferente. Hay un velatorio y todas esas cosas.
Sr. W: ¿Cómo lo sabes?
Dr. Q: Pues lo sé. Los velan y después los entierran en el cementerio ¿Tu papá está en el cementerio?
Sr. W: Sí, y también en el cielo.
Dr. Q: ¿Cómo va a estar en el cementerio y también en el cielo?
Sr. W: Pues así es.
Dr. Q: ¿Dónde está el cielo?
Sr- W: Allá arriba.
Dr. Q: Si está arriba, tu papá no puede estar en el cementerio.
Sr. W:¡Claro que sí! Le sale algo de adentro y va al cielo, y lo demás lo ponen en el cementerio.
Dr. Q: ¿De dónde le sale eso?
Sr. W: De la boca.
Dr. Q: ¡Qué risa! No lo creo. ¿Cómo sabes que le sale de la boca? ¿Lo has visto?
Sr. W: No, pero así es.
Dr. Q: Si no lo has visto, ¿cómo lo sabes?
Sr. W: Porque me lo dijo mi mamá. El verdadero papá es el que va al cielo, y es sólo su cuerpo el que ponen en el cementerio.
Dr. Q: Bueno, yo no veo cómo puede estar en dos lugares ¿Qué hace allá arriba?
Sr. W: Está sentado junto a Jesús y nos vigila. Oye, eres muy cómico, tienes la cara flaca.
Dr. Q: Estás loco si crees que tu papá puede estar en dos lugares a la vez.
Sr. W: Ojalá tuviera un verdadero papá (solloza)...

Esta breve experiencia les aclaró al paciente y al médico lo confuso que estaba el Niño (interior) de Wheat respecto a su origen, su función y la realidad de su Estado Padre." (p. 242)

En este diálogo se pueden notar estas fantasías confusas de doble ubicación del padre, de su mirada vigilante, de un "algo" que le salió de la boca, etc., y finalmente de la tristeza de su pérdida y de la falta que le hace.

Berne encuentra inspiración en los postulados teóricos de J. N. Rosen y su Psicoanálisis Directo, aunque tomando distancia de sus cuestionables aplicaciones prácticas. Un artículo interesante sobre Rosen aquí.

Tomado de:
Berne, E. (1976). Análisis Transaccional en Psicoterapia. Buenos Aires: Psiqué, cap. XIX, pp. 237-245