(...)
"El estudio experimental de los lactantes ha precisado la naturaleza de algunos de los bucles del feedback padres-bebé, que han sido posibles gracias a las etapas sucesivas de la maduración nerviosa y cuya experiencia realiza el bebé si el contexto le da la ocasión:
- La mirada fija y prolongada del bebé dirigida hacia su madre entre las 6 semanas y los 4 meses aproximadamente (antes de los 3-4 meses, el bebé atrae la atención del adulto con la mirada, después de los 3-4 meses, por los contactos corporales, y después, las vocalizaciones).
- La identificación precoz que realiza el bebé (de algunos días o semanas) de la melodía habitual de la voz materna, con efectos de cesación de la agitación y de estimulación de ciertas actividades.
- Los mismos efectos se producen cuando se le presenta a la bebé una tela impregnada del olor materno.
- La distinción refleja del bebé, seis horas después del nacimiento (¡!), entre un sabor bueno (azucarado), un sabor neutral (agua insípida) y un sabor malo (en tres grados crecientes: salado, ácido y amargo), las modulaciones progresivas de esas distinciones reflejas durante los meses que siguen, de acuerdo con los estímulos, las prohibiciones, las exhortaciones del entorno maternante y el bebé que aprende a leer en la mímica de la madre lo que ella considera como bueno o malo para él y que no corresponde siempre exactamente (incluso en absoluto) al esquema reflejo originario del bebé (Chiva, 1984).
- La percepción de los sonidos verbales como distintos de otros sonidos y su diferenciación según las mismas categorías que los adultos desde los dos meses. (p. 66s)"
Para acotar, un niño nacido por cesárea ha perdido la experiencia arriba anotada, pero puede ser suplida por una "mamá canguro", en lo posible en contacto directo piel-piel, y también con lo que nos menciona Anzieu: "sacudidas, baños, envoltorios calientes, masajes". (Andrea Echeverri, de Aterciopelados, tiene una lindísima canción al respecto, óyela abajo)
"Como lo demuestra el lenguaje corriente que habla de "contacto" para todos los sentidos (se contacta por teléfono con alguien que se escucha a distancia, sin verle; se tiene buen contacto con alguien que se ve pero que no se toca), la piel es la referencia básica al que espontáneamente se refieren los distintos datos sensoriales. La piel, aún suponiendo que no posee la anterioridad cronológica, posee una primacía estructural sobre todos los otros sentidos, al menos por tres razones. Es el único sentido que recubre todo el cuerpo. En sí misma contiene diferentes sentidos (calor, dolor, contacto, presión..) cuya proximidad física entraña la continuidad psíquica. Finalmente, como señala Freud alusivamente (En "el Yo y el Ello", 1923), el tacto es el inicio de los cinco sentidos externos que posee una estructura reflexiva: el niño que toca con el dedo las partes de su cuerpo experimenta las dos sensaciones complementarias de ser un trozo de piel que toca, al mismo tiempo que de ser un trozo de piel que es tocado. Según el modelo de la reflexividad táctil es como se construyen las otras reflexividades sensoriales (escucharse, emitir sonidos, oler su propio olor, mirarse en el espejo), y después la reflexividad sensorial del pensamiento." (p. 72)
Tomado de:
Anzieu, D. (1998, 1974). El Yo-piel. Madrid: Biblioteca Nueva. p. 66s. 71s
- Chiva, M. (1984). Le Doux et l´amer. París: P.U.F.
- Soulé, M. (1978). L´enfant qui venait du froid. Mécanismes défensifs et processus pathogénes chez la mére de léenfant autiste, en Le Devenir de la psychose de l´enfant, París, P.U.F., p. 179-212