sábado, 7 de febrero de 2015

Parto, Respiración y Asma

"... Se sabe que el desencadenamiento del reflejo respiratorio, en el momento de nacer, resulta del masaje global del cuerpo del niño por las contracciones uterinas y por el envolvimiento vaginal; el mantenimiento de este reflejo requiere la repetición de las estimulaciones corporales globales de la lactancia y de los cuidados. El intercambio respiratorio con el medio físico depende del intercambio táctil con el medio humano. Esta dependencia se transforma con el intercambio sonoro que utiliza el aire como soporte de la palabra. (...)

Citemos uno de los resultados tomados por Margaret Ribble (1944) de la observación de seiscientos recién nacidos: "La respiración de un recién nacido es muy ligera, inestable e insuficiente en las primeras semanas después de su nacimiento. No obstante, esta función es estimulada automáticamente y de forma definitiva por la succión y por el contacto físico de la madre. Los bebés que no maman vigorosamente no respirarán profundamente, y aquellos a los que no se toma suficientemente en brazos, especialmente si son alimentados con biberón, presentan, a menudo, trastornos respiratorios y gastrointestinales. Terminan, a menudo, tragando el aire y sufren lo que se llama comúnmente cólicos. Padecen trastornos de la eliminación y a veces vomitan.

Una recensión detallada, aunque desgraciadamente antigua, de los trabajos de los psicosomatólogos y de los analistas sobre los trastornos respiratorios, se encuentra en el artículo de J. A. Gendrot y P. C. Racamier (1951): "Fonction respiratoire et oralité". Por razones de ortodoxia psicoanalítica, sin duda, estos dos autores ponen el acento en la relación entre la regulación nerviosa de la respiración y la de la digestión; privilegian la relación oral en detrimento de los intercambios táctiles, y descuidan las fallas precoces del pre Yo corporal (que yo prefiero llamar Yo-piel) en el establecimiento de los trastornos respiratorios. Por el contrario, distinguen juiciosamente los trastornos de la absorción y los de la expulsión respiratoria. Indican que el bloqueo de la expiración está en relación con un objeto malo interiorizado: "El asmático está condenado a no poder rechazar lo que absorbe progresivamente" (Gendrot & Racamier, p. 470). Señalan, en todos los casos de retención respiratoria, la necesidad de permanecer en plenitud y la angustia del vaciamiento (Anzieu).

Perls, por otra parte, destaca la relación respiración-llanto en el asma:

Supongamos que en varias oportunidades usted tuvo deseos de llorar pero no se lo permitió, contrayendo deliberadamente los músculos del diafragma. Supongamos más aún que esta forma de comportamiento, que originalmente surgió como un esfuerzo consciente por suprimir la necesidad de llorar, se convirtiera en algo habitual y automático. La respiración y la necesidad de llorar se confundirían y se harían confluyentes entre sí. Entonces habríamos perdido ambas actividades, la capacidad de respirar libremente y la capacidad de llorar. Incapaz de sollozar, nunca soltaría ni concluiría su pena; es incluso posible que luego de transcurrido un tiempo olvidaría el motivo de su pena [pero se obsesione con mantener el vientre plano, en un intento de mantener a raya la pena. N. del E.]. Tanto la necesidad de sollozar, por una parte, como la contracción del diafragma como defensa en contra de la expresión de esta necesidad, forman una línea de batalla única y estabilizada de actividad y contra-actividad. Esta lucha perpetua transcurre todo el tiempo y en forma aislada del resto de a personalidad... Esta confluencia patológica yace tras muchas de las enfermedades... Si la confusión entre la respiración y el sollozar que mencionábamos antes, se mantiene por el tiempo suficiente, puede resultar un asma (Perls, p. 48s).

Tomado de:
Anzieu, D. (1998, 1974). El Yo-piel. Madrid: Biblioteca Nueva. p. 125s
  • Gendrot, J. & Racamier, P. (1951). Fonction respiratoire et oralité, L´Evol. Psychiat., 16, n° 3, p. 457-478.
  • Ribble, M . (1944). Infantile experiences in relation to personality development, en Hunt, J. Mc V., Personality and the behavior disorders, New York, Ronald Press, tomo 2.
Perls, F. (1976, 1973). El Enfoque Guestáltico. Santiago de Chile: Cuatro Vientos.