martes, 10 de febrero de 2015

Piel, comunicación y masoquismo

Anzieu, citando a Barrie Biven, hace algunas observaciones acerca de la piel y su influencia en el psiquismo (p. 31):
  • La piel proporciona un núcleo fantasmático a las personas que han sufrido privaciones tempranas. Por ejemplo, pueden buscar el suicidio como restablecimiento de una envoltura común con el objeto de amor.
  • La piel que el recién nacido aprende a conocer mejor es la de las manos y la de los pechos de su madre.
  • Helene Keller y Laura Bridman, sordas y ciegas, aisladas del mundo, aprendieron a comunicarse por la piel.
  • Las mutilaciones de la piel -a veces reales, más a menudo imaginarias- son tentativas dramáticas para mantener los límites del cuerpo y del Yo, para restablecer el sentimiento de estar intacto y cohesivo. Ejemplos de esto lo encontramos en artistas como Rudolf Schwarzhogler (1940 - 1969), quien decía que "el arte es el purgatorio de los sentidos" (su arte representaba escenas de mutilaciones, sangrado. Nota al margen: Parece ser que se suicidó a los 30 años). O en los dibujos hechos para libros de anatomía en el siglo XVII, como este de Van Der Spieghel
"En la fantasía masoquista la piel (cf. La Venus de pieles, de Sacher-Masoch) aporta la representación figurada de la vuelta a un contacto piel-piel, aterciopelado, voluptuoso y oloroso* (no hay nada más fuerte que el olor de una piel nueva), a este abrazo de los cuerpos que constituye uno de los placeres anexos de la satisfacción genital. El que la Venus flagelante esté desnuda bajo unas pieles, confirma el valor primario de la piel-pieles como objeto de apego antes de adquirir un valor expresivo del objeto sexual. ¿Hay que recordar que las pieles, en la realidad, son una piel de animal y que su presencia remite a un animal desollado y despellejado?" Las pieles significan  a la vez la fusión y el desgarramiento en la díada madre-niño, el desgarro de la separación y el anhelo de recuperar la fusión. (p. 53)

"S. Consoli ha expuesto el caso de un paciente (masoquista) que se complace imaginándose víctima de humillaciones impuestas por una mujer en las siguientes condiciones: ella está de pie, revestida con una piel de carnero o de vaca, y él, a cuatro patas a los pies de la mujer, se identifica con el carnero o la vaca. Existen, pues, representaciones de una piel común al hombre (transformado en animal) y a la mujer que le doma, portadora de la piel del mismo animal, en una complementariedad de papeles que acentúa la ilusión de una  continuidad narcisística. En su cuerpo a cuerpo, cada uno es una de las dos caras respectivas de esta interfaz cutánea común", estando presentes la fusión y el desuello.

Por otro lado, tenemos el cuento de Perrault: Piel de Asno, donde vemos a la princesa cargar con los proyectos incestuosos de su padre (¿y de su madre también?), representados en una culposa "piel de asno".

Abajo, un dibujo renacentista que ilustra esta noción de la piel como trofeo u ofrecimiento. "Me has arrancado de tu lado", dirá el des-pechado amante.

Dibujo atribuido a Gaspar Becerra para la Historia de la composición del cuerpo humano (Roma, 1556).

* Cf. El Perfume, de Patrick Süskind




Esta película, basada en una historia real, ilustra la dinámica de la piel y el sado-masoquismo.

Referencias:
Anzieu, D. (1998, 1974). El Yo-Piel. Madrid: Biblioteca Nueva.
  • Biven, B. (1982). The role of skin in normal and abnormal development, with a note on the poet Sylvia Plath. Int Rev Psycho-Anal. 9, 205-228