– “No seas” o “No existas”.
– “No seas tú”, que puede tomar la forma de “No seas del sexo que eres”.
– “No seas un niño”, y asociado “No disfrutes”.
– “No crezcas”, que puede ser también “No seas sexual” o “No me abandones”.
– “No pienses”, a veces referido a algo concreto y otras veces “No pienses como tú piensas, piensa esto otro o piensa como yo”.
– “No lo hagas”, que toma a veces la forma de “No triunfes”.
– “No”, que es vivido a veces como “No decidas”.
– “No seas importante”, en general o en áreas específicas.
– “No pertenezcas”.
– “No te acerques”, que puede ser “No confíes” o “No ames”.
– “No sientas”, que puede referirse a algo concreto o tomar la forma de “No sientas lo que sientes, siente lo que yo siento”.
– “No estés bien” o “No seas sano”.
Todos hemos recibido una cierta variedad de ellos e incluso hemos imaginado recibirlos, y respecto de cada uno de ellos nosotros hemos tomamos decisiones vitales siendo niños (Cuadra).
...La orden "no llores" recibida cuando hay congoja genuina, es una confusión simple. Esta confusión se complica si además se le agrega una confusión semántica. Mandatos tales como "compórtate de acuerdo a tu edad" o "pórtate bien" y otros que tienen connotaciones extensas terminan por dejar al niño completamente confundido. "¿Qué es comportarse de acuerdo a mi edad? "¿Qué es portarme bien?". En nuestra práctica clínica hemos encontrado con frecuencia que personas escrupulosas por los detalles fueron confrontadas en su niñez con exigencias tan vagas como éstas. (Perls, p. 118)
Los Mandatos, ya en específico, como los considera el Análisis Transaccional, tendrían que ser mirados como expresión superficial de conflictos surgidos en nuestra primera infancia, en el Proyecto/Sentido con que nuestros padres nos han concebido, o surgidos en el Transgeneracional a partir de una experiencia que puso en peligro a un individuo pretérito y que se ha visto extendida al resto de la familia y sus descendientes.
Considerar los mandatos sólo como impuestos por los padres, personaliza peligrosamente el conflicto, como puede suceder en una mala praxis de la técnica de redecisión (Goulding), donde se confronta a los padres por ello, para luego "redecir" desde una postura yoica, enajenada de la pertenencia a un sistema familiar. Por ello Jenkins propone una ampliación de la redecisión para incluir factores transgeneracionales.
Referencias:
- Cuadra, J. (online). El Análisis Transaccional. Gabinete de Análisis Transaccional. Disponible en: http://www.en-contacto.net/que-es-el-at/conceptos-at/
- Jenkins, P. y Teachworth, A. (2010). Psicogenética y Terapia de Redecisión. Transactional Analysis Journal. N° 2 Vol 40. Disponible en: http://documents.mx/documents/psicogenetica-en-terapia-de-redecision.html
- Perls, F. (1976). El Enfoque Gestáltico. Santiago de Chile: Cuatro Vientos.