Los mandalas suelen ser descritos como representaciones planas del universo externo e interno. Pero otra posibilidad es que además de ello serían
representaciones bidimensionales de estructuras tridimensionales, visualizadas
desde arriba. Compárese el plano de la iglesia (izq.) con el mandala (der.).
Ahora, póngase en una perspectiva
aérea y vea el siguiente templo budista hindú (estupa):
La estupa es la representación
arquitectónica de la evolución del Ser, desde el punto de vista budista. En el tope, el último anillo que corona la torre termina en una aguja que simboliza la conciencia de Unidad.
Los peregrinos circunvalan el reciento sagrado, un circunvalar que es tanto externo como interno. Toda la energía contenida en el círculo es una manifestación del arquetipo del Self. Así como el mandala, representa la continuidad entre la periferia y el centro.
En los mandalas tibetanos las imágenes se organizan en torno de un patrón central con frecuencia envolviendo otro círculo normalmente dividido en cuatro cuadrantes. En cada uno hay una figura y en el centro del mandala está la figura principal. todas las secuencias son aspectos de la figura central.
Los peregrinos circunvalan el reciento sagrado, un circunvalar que es tanto externo como interno. Toda la energía contenida en el círculo es una manifestación del arquetipo del Self. Así como el mandala, representa la continuidad entre la periferia y el centro.
En los mandalas tibetanos las imágenes se organizan en torno de un patrón central con frecuencia envolviendo otro círculo normalmente dividido en cuatro cuadrantes. En cada uno hay una figura y en el centro del mandala está la figura principal. todas las secuencias son aspectos de la figura central.