TÉCNICA DE AMPLIFICACIÓN
La amplificación progresiva de un sentimiento corporal o emocional puede ser estimulado por la técnica de las "vueltas al grupo": el participante es invitado a dirigirse sucesivamente a cada miembro del grupo, repitiendo un mismo gesto o una misma frase, aunque con algunas variaciones que corresponden a su verdadero sentimiento frente a cada uno, así se da una vuelta completa al grupo.
De esta manera se obtiene una exploración más amplia o más profunda de sentimiento expresado, gracias a un "efecto de resonancia", lo que lleva en ocasiones a un insight. Con frecuencia la repetición se acompaña no solamente de una aceleración del ritmo, sino de aumento de la intensidad con catarsis emocional:
- ¡Ya no me engañarás más!
- ¡Ya estoy cansado! ¡Ya no me engañarás más!
- ¡Yo no me dejaré más engañar por ese idiota!
- ¡Ya estoy cansado! ¡¡Cansado!! ¡Yo le diré que se acabó! ¡A partir de mañana!
"Hablar fuerte permite al que habla escuchar lo que se dice (Ambrosi*)"
Escucharse afirmar alguna cosa en voz fuerte delante de un grupo de testigos es una gran experiencia, muy diferente a la evocación confusa, "preconsciente" de la misma hipótesis, apenas formulada en palabras, en una "confusión" mental interna y fluctuante y es diferente también de una "confesión" confidencial en el transcurso de una sesión de terapia individual.
Un ejemplo típico es dado por la declaración: "yo tengo la intención de suicidarme" - cuyo sentido cambia dependiendo si se dice en el fuero interno, se confía a alguien o si lo afirma públicamente. (Ginger, p. 28s)
"HABLAR A..." EN LUGAR DE "HABLAR DE..."
En terapia evitamos hablar de alguien (ya sea que esté presente o ausente), le dirigimos más bien la palabra directamente, lo cual permite pasar de una reflexión interna de orden intelectual, a una relación de contacto de orden emocional.
-Me parece que Pierre no me ayudó hace un rato.
-¿A quién le dices eso?
- Pierre, yo estoy resentida porque tú no me ayudaste hace un rato: sé bien que te parecía ridícula.
- ¿Tienes ganas de comprobar tu impresión?
-Pierre ¿te parecí ridícula hace un rato cuando estallé en sollozos?
En esta ocasión los participantes son invitados a confrontar su percepción con la de los interesados para eliminar el juego sutil y permanente de las proyecciones de las cuales nos rodeamos inconscientemente. Esta confrontación permite comparar mis fantasías con la "realidad" del otro (¡o con sus propias fantasías!), graduar mejor mis temores y mis esperanzas, y ¡evitar reprocharle a mi vecino mis propias proyecciones hacia él! (Ginger, p. 29)
Esto también es válido con el uso de la "silla vacía" y de las "constelaciones individuales".
USO DE LA PARADOJA
Naranjo, citando a Corey (1989), ofrece el siguiente ejemplo de técnica paradójica: Alex parecía intentar ganarse la aprobación de todos en el grupo. Una de sus preocupaciones en la vida diaria era su ansiedad de ser inadecuado. El detestaba trabajar fuerte por la aprobación y aceptación de su familia y amigos. Alex era indirecto en su forma de buscar la aprobación de los miembros y cofacilitadores, no obstante, era claro que él lo deseaba mucho. Como ejercicio se le sugirió que intentara la aprobación de cada uno de los miembros. Por supuesto, él dijo que no quería pedir a otros su aprobación y que tampoco necesitaba tan desesperadamente de ella. Los cofacilitadores le pidieron hacer lo que dijo que menos quería hacer. Se le sugirió que podía iniciar una conversación con "yo deseo mucho gustarle a usted y necesito su aceptación para sentirme valioso".
Alex fue tan abierto y directo como fue posible al solicitar aprobación, hasta el punto de preguntar qué debería hacer para agradar. Pronto se sintió muy fatigado de trabajar tan fuerte por la aprobación del grupo. Se dio cuenta cómo indirectamente hacía mucho para lograr que otros gustaran de él. Al final del día empezó a reírse de sí mismo por intentar tanto ser aceptado por todos a cualquier precio. Al menos fue mucho más consciente de los mensajes que enviaba a los otros, así como de su propio diálogo interno cuando sentía que no era totalmente aprobado.
(...)
Aunque esta estrategia fue eficaz para Alex, podría ser contraproducente en otros casos. El facilitador había establecido una buena relación de trabajo con él y el nivel de confianza era muy alto en el grupo.
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* Ambrosi, Jean (1984)
Extraído de:
Ginger, S. y Ginger, A. (1993). Gestalt. Una terapia de contacto. México D. F.: Manual Moderno, p. 28s
Naranjo, M. (2004). Enfoques Humanístico-existenciales y un modelo ecléctico. San José: Universidad de Costa Rica, p. 171s.