En 1937 el neurólogo e hipnotista Ludwig Mayer publicó un libro relacionado con la hipnosis y el delito donde, entre otros casos, menciona a una mujer que habría sido inducida a intentar asesinato, suicidio y a sufrir vejaciones sexuales a lo largo del tiempo*. Incluso publicó filmes mostrándola bajo efectos de la sugestión.
Gracias a estas películas se pudo entender mejor la situación. La mujer involucrada reúne las características de alguien que padece trastorno conversivo o histeria, entre cuyas características se encuentran el exhibicionismo y la alta sugestionabilidad. La narración que hace de lo acontecido semeja, en su estructura, a las historias de abducidos y de los abusados por sectas satánicas. ¿Qué tienen en común estos tres tipos de eventos? Que los tres fueron "descubiertos" bajo efecto de la hipnosis. Pero ya en la actualidad se sabe que son producto de un proceso llamado "implantación de memorias", en que, debido a una mezcla de creencias de la persona y del reforzamiento del hipnotizador a dichas creencias, y de su sutil entrega de información (por ejemplo hacer preguntas como: ¿ve una cruz?, ya sugiere que "hay que ver" una cruz), el sujeto va recreando situaciones y armando una historia (Para una revisión detallada vea Pinchanski).
Sin embargo, como tantas otras ideas falsas, perdura en la creencia general que la hipnosis es peligrosa per se y que los hipnotizados quedan a merced del hipnotista. Existen riesgos mínimos relacionados con una actitud malintencionada del sugestionador y con una predisposición psicopatológica en el sugestionado (Lynn). Aspectos presentes en cualquier otra actividad humana.
Sin embargo, como tantas otras ideas falsas, perdura en la creencia general que la hipnosis es peligrosa per se y que los hipnotizados quedan a merced del hipnotista. Existen riesgos mínimos relacionados con una actitud malintencionada del sugestionador y con una predisposición psicopatológica en el sugestionado (Lynn). Aspectos presentes en cualquier otra actividad humana.
La relación hipnótica viene a ser un "convenio", en que se establece un vínculo de confianza, producto de lo que se denomina en PNL acompasamiento. Ambos han entrado en "sintonía", a un objetivo en común. Quien ladra frente a cámaras ya estaba advertido (implícitamente) de esa posibilidad al aceptar ser hipnotizado. Sin embargo, ante una orden de realizar algo que vaya en contra de los valores del sugestionado, éste tiende a "despertar", a desconectarse, o simplemente se rehúsa a cumplir la orden, pues se ha roto la confianza, ha ocurrido un abuso de confianza. Veamos un ejemplo sencillo, tomado de Wellek:
Una joven recibió la orden poshipnótica de ponerse una flor en el cabello, es decir, de hacer algo aparentemente inocente. Despierta, tomó, después de cierto titubeo, una rosa preparada ya al efecto y la deshojó despacio y pensativamente. Preguntada por qué había hecho esto, no supo responder. Una vez que le fueron explicados los pormenores, respondió que en toda su vida no se había puesto una flor en el cabello y que ello no le agradaba...
Fíjese que en este ejemplo no se ha pedido nada en contra de la moral, empero, para la joven, va en contra de "sus propios valores". Una especie de "ideal personal" desempeña un gran papel en este caso: una idea más o menos determinada de la impresión que se hace sobre los otros y también de lo que "le sienta a uno o no" (presentación social). Una "flor en el cabello" es considerada por muchas mujeres como vulgar. Pero basta también el convencimiento fundado o no de que a ella no le sentaría bien. A otro nivel las flores, a decir de Freud, representan el órgano sexual femenino, lo que llevaría implícito que ponérselas en el cabello es ofrecerlo públicamente.
La hipnosis sería un estado en que las cosas se toman literalmente, sin sentido del humor, las sugestiones "se toman en serio", por lo que órdenes que van en contra de los propios valores se desestiman "seriamente". Wellek nos comenta otro caso, de una viuda a la que se le pidió, estando consciente, que escribiera: "yo no pienso nunca en mi fallecido esposo", lo cual hizo sin inconveniente. Pero, ya en estado hipnótico, ante el mismo pedido: "ella presentó una resistencia perceptible; escribió únicamente la primera letra e hizo un gran borrón. Entonces arrojó la pluma y gritó: Pero yo pienso siempre en mi marido muerto".
Así que no hay razón para asustarse. Cuando termine de leer este post despertará y ud. irá aumentando su confianza y valía personal...
* Extracto del libro de Mayer puede ser visto en: http://www.hypnotism.org/MrsE.htm
Referencias:
Lynn, S. & Kirsch, I. (2004). Teorías sobre la Hipnosis. Papeles del Psicólogo, Diciembre, N° 28. Disponible en: http://www.papelesdelpsicologo.es/vernumero.asp?id=1181
Pinchanski, S. et al (2004). Memorias impuestas. Med. leg. Costa Rica vol.21 n.2 Heredia. En: http://www.scielo.sa.cr/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1409-00152004000200004
Wellek, Albert (1967). El hipnotismo bajo el aspecto caracterológico. En: Aportaciones de la Psicología a la Investigación Transcultural. México: Trillas.