martes, 11 de agosto de 2015

La Escuela y el Arte de vivir (2)

Rishi Valley School
El educador G. Narayan nos habla de su experiencia con la matemática:

       Hace muchos años se me preguntó qué es lo que hago cuando enseño matemáticas. Mi respuesta fue que enseño lentitud. La lentitud tiene una cualidad penetrante que no concierne al tiempo. De esta lentitud se deriva una secuencia. De esta secuencia surge un orden. De éste fluyen un patrón y un modelo. todo el movimiento es un fluir que constituye la esencia del pensar matemático. Al final, tenemos una fórmula, que es un concepto. Uno puede enseñar matemáticas a partir de:

de modo que el estudiante comprenda todo el fluir, que es una forma de inteligencia visual y no un mero concepto intelectual. En esto están incluidas la simetría y la asimetría. Cuando las matemáticas son enseñadas de este modo, los estudiantes las disfrutan muchísimo. La enseñanza conceptual sin el fluir y la inteligencia visual, descritos más arriba, puede ser muy insípida, causando aburrimiento y un daño considerable al estudiante. En el flujo del mirar y el escuchar, está el aprender; de otro modo, hay tan sólo información: técnicas repetitivas y cultivo de la memoria.

      ¿Qué es, entonces, el aprender? Pienso que el aprender tiene dos aspectos importantes: uno es el cultivo de la memoria a través de la secuencia apropiada. El cultivo de la memoria tiene lugar con la apreciación de la causa y el efecto, la secuencia correcta, los métodos de referencia recíproca, el uso de la emoción cuando es necesario, y otras técnicas diversas que tiene una relación significativa. O, uno puede reforzar la memoria mediante la repetición y métodos maquinales que pueden resultar lesivos. Hay otro aspecto del aprender que nada tiene que ver con el cultivo de la memoria. Uno podría usar palabras como "discernimiento" o "comprensión"en este contexto.

       "El temor no puede ser un instrumento de la educación". Si utilizamos el temor como instrumento de la educación, vamos a destruir el interés del niño por el aprendizaje. El temor mutila la inteligencia, contrae los sentidos y pervierte las percepciones. Su empleo frecuente puede conducir a una neurosis. Cuando se comprenden los efectos nocivos del temor en sus formas gruesas y sutiles, no se lo utiliza. Este es esencialmente un discernimiento y no algo que se lleva como una carga en la memoria. Si uno tiene que usar el temor como un atajo en su relación con el estudiante, debe eliminar su efecto tan pronto como sea posible, de modo que el estudiante comprenda que sólo se trata de un atajo. A la larga, los atajos son sumamente peligrosos, porque con ellos estamos lesionando y destruyendo al estudiante. Vemos el efecto que los exámenes tienen sobre los estudiantes. Durante este período, están muy aislados y aveces con pánico. no pueden tomar parte en las distintas actividades de la escuela con la misma entrega e igual interés. Se les pide que concentren en la memoria lo que han aprendido en tres o cuatro años y que lo viertan en la sala de examen en cuestión de dos o tres horas. Esta es una cosa de lo más antinatural y no tiene pertinencia significativa con situaciones reales de la vida...

     ... Existen diversas situaciones ...donde tanto el maestro como el estudiante tocan este aspecto del aprender, donde ven y aprenden sin el recurso de la memoria. y yo sugiero que éste es el aspecto más interesante de la situación enseñanza-aprendizaje. (1)
Brockwood Park School
Mark Lee nos explica cómo hacen en la escuela de El Robledal:

       Coherente con esto es el esfuerzo que se hace en la escuela por no acentuar la instrucción académica formal hasta la edad de diez años. Los conocimientos académicos están ahí asequibles para el niño, pero no hay ninguna relación formal como la que viene después. Hasta esa época, la educación en la escuela y en el hogar ponen el acento en los modales, en la relación con los animales, con los compañeros, en el comportamiento, en el desarrollo físico y psicomotor, en el arte, la música, la jardinería y la vida al aire libre. Durante este período, el niño necesita absoluta seguridad psicológica. Necesita aprender a escuchar, a cumplir, a seguir su curiosidad, a estarse quieto, a permanecer en silencio; necesita aprender a aprender.Todo esto es entretenido, es interesante, es serio. Todo ello implica seguridad.

     La eficacia del propósito de la escuela descansa directamente sobre los hombros de los maestros. Ellos son los que tienen la responsabilidad de educar en el más amplio sentido de la palabra. La escuela no es una plataforma o un escenario para que los individuos representen o desarrollen sus filosofías personales o sus teorías educativas. Ni es un lugar donde uno pueda desaparecer en una atmósfera comunal de negación propia y servicio consagrado. La escuela exige un equipo de personas serias, no seguidoras, que han investigado profundamente dentro de sí mismas y perciben el significado de vivir y aprender en una dimensión diferente. Existe un compromiso implícito de llevar una vida seria.

El de Krishnamurti no es un enfoque educativo popular, porque carece de métodos y soluciones corrientes Casi todos los padres y educadores están de algún modo conscientes acerca de los problemas que implican las escuelas y los niños, pero quieren soluciones y métodos que ofrezcan resultados rápidos. No hay un reto en el cambio que desean. Este es el reto y la singularidad del trabajo educativo de Krishnamurti: que la educación es un interrogante y no una respuesta. (2)

Escuelas inspiradas en el pensamiento de Jiddu Krishnamurti (dale click si quieres conocerlas mejor):

  • Escuela del Valle de Rishi (India): primera escuela fundada en 1926 por Krishnamurti.
  • Brockwood Park (Reino Unido): fundada en 1968. Su web es muy clara en su propuesta educativa.
  • Oak Grove (California): fundada por Krishnamurti en 1975.
  • La Cecilia (Argentina): escuela alternativa afín al pensamiento de Krishnamurti.

Otras escuelas bajo los auspicios de la fundación Krishnamurti en esta web:
www.jkrishnamurti.org/worldwide-information/schools.php

Extractos de:
(1) Narayan, G. (1993). Educación, discernimiento y realidad. En: Dentro de la Mente. Bs. As.: Kier, p. 219s
(2) Lee, M. (1993). Acerca de la escuela El Robledal (Oak Grave). En: Dentro de la Mente. Bs. As.: Kier, p. 246s