lunes, 19 de mayo de 2014

HOMEOPATIA Y BIODESCODIFICACION

La homeopatía es un sistema médico cuyo fundamento se resume en la frase "lo similar se cura con lo similar", a diferencia de la medicina alopática (la usada comúnmente), cuyo principio es "curar por su contrario". Fue creada durante el siglo XIX por Samuel Hahneman y aunque sigue siendo incomprendida, está vigente en su empleo. Parece ser que el retraso en la publicación de sus últimos escritos generó una distorsión en su propuesta original que ha afectado su efectividad (véase Calatayud). 

En este escrito me he propuesto reflexionar y comparar algunas ideas de Hahneman con los actuales conocimientos plasmados por el doctor Hamer y los desarrollos en biodescodificación. Y empezaré citándolo respecto a lo que se considera nuclear de los descubrimientos de Hamer: el "Síndrome Dirk Hamer", Bioshock o Impacto Emocional.

Hahneman ya resaltaba los impactos emocionales (aspectos dinámicos le llama él) como activadores de la enfermedad:
"...¿Cuántas veces no hemos visto palabras injuriosas ocasionar una fiebre biliosa que ponía en peligro, o una profecía indiscreta causar la muerte a la época predicha, y una sorpresa agradable o desagradable suspender súbitamente el curso de la vida? ¿Dónde está el principio morbífico material que se ha introducido en sustancia en el cuerpo; qué ha producido la enfermedad, qué la sostiene, y sin cuya expulsión material por medio de medicamentos se intentaría en vano toda curación radical? (Hahneman, 1842. p. 39)"

Y ya había observado que el cáncer de mama tenía que ver con la pérdida de un hijo:
 "La  muerte inesperada de un hijo único provoca en una madre delicada y atacada ya de la psora, o una supuración incurable de los pulmones o un cáncer de la mama... estas agitaciones del espíritu son las que con más frecuencia contribuyen a que aparezca la psora latente bajo la forma de enfermedades crónicas" (Hahneman, 1849, p. 179s).

Samuel Hahneman pensaba que las enfermedades se debían a tres miasmas (patrones de alteración): psora; sífilis, "que yo llamé otras veces enfermedad venérea"; y sicósis o enfermedad de las verrugas. Sin embargo le otorgaba preponderancia a la psora. Dice Hahneman:
“Siete octavos [88 %] de todos los males crónicos brotan exclusivamente de ella [la psora] en tanto que el octavo remanente [12 %] surge de la sífilis y del sicosis, o por combinación de dos de estas tres Enfermedades Crónicas miasmáticas o, lo que ya es raro, de la complicación de las tres”.(Hahneman, 1849, p. 49s)
Hahneman observó que durante el proceso de curación homeopático (ley de curación o de Hering) ocurría un movimiento de síntomas, como el desplazamiento hacia la superficie o la reaparición transitoria de síntomas antiguos, lo que ponía en evidencia que dichas expresiones del desequilibrio vital no habían sido curadas, sino solo localmente suprimidas.

Al final de este proceso, la mayoría presentaba una erupción en la piel que asemejaba a las primeras manifestaciones sufridas en la niñez, que habían sido de alguna manera suprimidas localmente. Finalmente la erupción desaparecía dejando libre al paciente de síntomas (Korovsky).

Entonces, la mayoría de las enfermedades se deben, según Hahneman, a esta enfermedad primigenia llamada psora (del griego: rascar), producto de un profundo desorden interno que se manifiesta como una erupción pruriginosa, que podía mantenerse en estado latente, e incluso trasmitirse por herencia, a "causa de la invasión al organismo de una energía desequilibradora de la Energía Biológica". Podríamos entender esa "energía desequilibradora" como un bioshock. Esto nos hace pensar que la psora sería la manifestación de una primera experiencia de pérdida, reflejada en la reacción cutánea, puesto que la piel evidencia conflictos de separación.

Si la psora es un bioschock primigenio por conflicto de separación, la sífilis y el sicosis (no confundir con la psicosis) lo serían por otros tipos de conflicto, en el caso del sicosis, relacionado con el endodermo o mesodermo antiguo, pues en estos casos los tejidos se acrecientan; y, en el caso de la sífilis, con el mesodermo nuevo o el ectodermo, pues aquí la enfermedad se manifiesta con necrosis.

Veamos lo que nos explica el homeópata Korovsky y notemos la analogía con las capas embriológicas que determinan la enfermedad según Hamer:

"Los miasmas crónicos son entonces, patrones persistentes de distorsión de la energía vital, que habitualmente se prolongan o profundizan en el tiempo. No necesariamente expresan enfermedades clínicas constituídas, puede tratarse de síntomas aislados, rasgos de carácter u otras cualidades que imprimen al sujeto una particular tendencia general.

Se consideran tres grandes miasmas crónicos o tendencias constitucionales:

1) Hacia la excitabilidad o hipersensibilidad funcional (miasma de la Psora).
2) Hacia la hipertrofia o neoformación orgánica (miasma del Sicósis).
Es oportuno aclarar que el término psicosis de la psiquiatría, que alude a la pérdida de criterio de realidad, no tiene que ver con el de sicosis utilizado en este caso. No obstante una crisis psicótica o delirante con elementos maníacos o de grandeza, muestra a su vez, un perfil miasmático sicótico, desde el punto de vista homeopático).
3) Hacia la destrucción o miasma de la Sífilis.
   Desde la úlcera genital de la enfermedad venérea sífilis, la emaciación o adelgazamiento extremo, así como toda manifestación de destrucción orgánica denota esencialmente la presencia del miasma destructivo.

-Fin de la cita de Korovsky-.

Los remedios antipsóricos serían aquellos que tratan el impacto inicial (conflicto de separación primigenio, incluso de origen transgeneracional), mientras los demás remedios homeopáticos tratan la enfermedad en su forma de manifestarse."...Para la curación estable, además del remedio antimiasmático similar, debe tratarse el fondo miasmático, la psora misma", nos dice Calatayud.

Desandar los patrones reactivos distorsionados (sifilíticos o sicóticos) hasta rencontrarse con las raíces psóricas, a pesar de que parezca en cierta medida una regresión, es una señal de buena evolución. Desde allí, el proceso curativo apuesta entonces a construir una condición de crecimiento más equilibrada y genuina  (Korovsky).

Si bien puede predominar una tendencia (miasmática) en particular, generalmente existen aspectos de los tres miasmas en todos los individuos. Ambas (sífilis y sicosis) son tendencias reactivas, pero distorsionadas, que mantienen en la profundidad la condición psórica inmodificada (ibídem).

Desde la biodescodificación podemos sugerir que estos "patrones reactivos distorsionados" serían parte de un complejo cuyas raíces se hunden en el ámbito transgeneracional. Aunque las enfermedades se originen en diferentes capas embriológicas, girarían en torno al tema del complejo, teniendo como base en muchos casos un conflicto antiguo de separación, o en lenguaje homeopático, un origen miasmático psórico.

Referencias:
1. Calatayud, Hugo (2011). La Homeopatía más allá de Hahneman. Argentina. Disponible en:
http://homeopatiasiglo21.com/3.%20VERSION%20ESPANOL%20FINAL%2022-7-2011.pdf
http://homeopatia8drpablokorovsky.blogspot.com/p/parte-9-miasmas.html
2. Hahnemann, S. (1990, 1849). “Enfermedades Crónicas”. México: Porrúa.
3. Hahneman, S. (1991, 1842). Organón de la Medicina. Buenos Aires: Albatros.