Es entonces cuando el corazón sangra… No, no es poesía, realmente sentimos que nos han partido el corazón y el alma. Nos sentimos vacíos, que nos han quitado “algo”. Es natural llorar en estas circunstancias. Pero podemos tragarnos nuestras lágrimas, y luego se transformarán en enfermedades. O quedarnos en la pena, alimentando una depresión que lentamente se apodera de nosotros. Y un buen día nos decimos: “Voy a pasar la página”, y hacemos como que nos olvidamos y seguimos con la vida. Pero dentro nuestro corazón sigue sangrando…
Terminar una relación implica un luto, un duelo, que es un proceso de cinco aspectos:
- Negación (“esto no me está pasando”);
- Depresión (dejo de negar la realidad y eso me llena de tristeza);
- Rabia (que permite tomar distancia de la pérdida. El peligro es quedarse en esta etapa y vivir con rencor);
- Cicatrización (se recupera la Autoestima. Estamos dispuestos a dejar marchar al otro); y
- Aceptación (reconocemos nuestra parte de responsabilidad. Valoramos lo bueno que nos aportó la relación y nos llevamos lo aprendido. Ya no hay dolor.
El tiempo no es suficiente para curar las heridas emocionales. Podemos haber establecido alguna nueva relación, habernos casado, haber pasado meses o años, y sin embargo seguir anclados en el pasado, impidiéndonos nuestra plena felicidad ahora.
La Psicoterapia potenciada con las Esencias Florales (Flores de Bach, de California, etc.) puede resolver y ayudar a superar asuntos pendientes inclusive de muchos años, más rápidamente. Por ejemplo la esencia Holly nos ayuda a manejar la rabia y los celos; Honeysuckle a poder dejar atrás el pasado, con aceptación; Gentian nos devuelve el ánimo perdido; Bleeding Heart (Corazón Sangrante) nos dará la capacidad de cortar los lazos de una relación que ya fue. ¡Y nuestro corazón será otra vez libre para Amar!