martes, 11 de junio de 2019

FRITZ PERLS: UNA BIOGRAFÍA PSICOSOMÁTICA (1)

RESUMEN

Fritz Perls es uno de los psiquiatras que más ha influido en el desarrollo de la psicoterapia. El presente artículo presenta un acercamiento a la comprensión de su vida desde la mirada de la Biodescodificación. Para ello se analizaran los datos psicogenealógicos que disponemos y las dinámicas y enfermedades que manifestó, como medios para realizar hipótesis de sus procesos vitales. Para esto nos hemos basado en los principales textos biográficos que existen y en la información disponible en internet. No se pretende establecer verdades sino abrir nuevas narrativas respecto a su vida.



Fritz Perls descendía de una familia judía alemana de clase media, de orígenes polacos. En el ambiente que vivió durante su infancia en Alemania se toleraba a los judíos, aunque no eran del todo bien vistos. El padre de Fritz, Nathan, aparentemente era el mayor de dos hermanos, y se dedicaba a la venta de vinos, viajando por todo el país. El hermano de Nathan, Emil[1] (diez años menor), tenía una carrera médica, más a tono con las expectativas de la época. Este tío falleció de cáncer rectal, en “un lecho de mierda y sangre” (una escena semejante vivirá Fritz). De la madre, Amalie, sabemos que era la mayor de nueve hermanos, y que dos de sus hermanas habrían muerto tempranamente.

Grete, hermana de Fritz, menciona que sus padres estuvieron casados once años antes de tener hijos ¡once años! Este tiempo es muy largo. ¿Qué ocurrió en esos once años: simple dificultad concepcional o embarazos frustros? Ella nos dice: "Mi madre no podía tener hijos, luego se operó y llegaron uno tras otro". Y literalmente llegaron uno tras otro: Elisabeth (Else) nació  el 20 de enero de 1891. Margarete (Grete) nació el 25 de febrero de 1892 y Fritz llegó al mundo como Friederich Salomon Perls el 8 de julio de 1893. Perls dirá en sus memorias: “Fui lanzado a una familia en que los niños no eran la respuesta honradamente anhelada de dos personas enamoradas.”

Nació por fórceps, luego de un parto difícil. Según la Psicología Prenatal esto condiciona una actitud de búsqueda de apoyo, una ayuda “que duele” (véase Cogollor y González, 1983). En sus primeras semanas estuvo a punto a de morir debido a una deshidratación general, vómitos y diarrea, causados al parecer por una infección en los pezones de su madre ¿Esta ausencia temprana del pecho materno lo llevará a desarrollar su teoría de las resistencias orales y condicionará su adicción nunca superada por el cigarrillo? Curiosamente su primer libro Yo, hambre y agresión puede entenderse como una clave de sí mismo. Bien podría traducirse como: "Yo he sido expuesto al hambre, a morir de inanición, y he desarrollado mi agresión como forma de sobrevivir". Que es una forma de decir que ha habido un apego temprano fallido, evidente en el tipo de relación que tuvo tanto con su familia de origen como con la familia que estableció.

Perls menciona en Dentro y Fuera del tarro de la basura (su autobiografía), y Shepard también recoge el tema, que desde joven y hasta el final de sus días, le acompañó la duda de si Nathan, ese hombre violento y escatimador del dinero, era realmente su padre, o si quizá lo era el famoso y poderoso tío Hermann Staub, un abogado importante en Alemania[2]. Y aunque Fritz alude al incidente de haber tomado una pieza de oro como parte de que lo vean como la oveja negra de la familia, a sus diez años, curiosamente a esa edad, el tío Hermann ya estaría padeciendo de cáncer, puesto que falleció de ello a los 48 años, cuando Fritz tenía 11 años (tomemos en cuenta que morir por cáncer implica varios meses previos de enfermedad). Es factible suponer que Nathan, teniendo sospechas que no fuera su hijo, mostrara toda su violencia hacia el pequeño Fritz y a su madre, y más aún una vez desaparecido el supuesto padre y amante poderoso, que había vivido incluso en la misma calle. El padre trataba al pequeño Fritz de "pedazo de mierda" y a su esposa igual. Esta palabra “mierda” estará muy presente en la vida de Perls, como veremos.

Con el paso del tiempo, “a medida que nos cambiábamos de un sitio a otro”, dirá Perls (lo que ocurrió después de sus 16 años), poco a poco Nathan se va distanciando de la familia, permaneciendo gran parte del tiempo que pasaba en casa, en su biblioteca. Una época en la que el joven Perls se va haciendo cada vez más autónomo, alternando sus estudios escolares con sus representaciones teatrales.

Quien fuera el último psicoanalista de Fritz, Wilheim Reich, le dio la interpretación de que Staub sería su padre, aunque Fritz refiere que Reich nunca le dio una explicación a su aseveración. Sin embargo, visto en retrospectiva, la interpretación de Reich probablemente tuviera que ver con un tercer personaje: Lucy.

Fritz tuvo un tórrido romance con una prima lejana, casada, llamada Lucy. Ésta le contó que el tío Herrmann la sedujo cuando ella tenía trece años. Reich podría haber hecho la relación Hermann - Lucy / Fritz - Lucy: el hijo que busca superar al padre apropiándose de su mujer (Complejo de Edipo). Otros aspectos a considerar, en la posibilidad (o fantasía) de que Staub fuera el padre, son el que en la familia habían querido que Fritz siguiera la carrera de leyes "como el tío Staub" y que Fritz también tendría "esa afición por las mujeres jóvenes" como su tío Staub y su padre Nathan.

Fritz nos dice: "En general, odiaba a mi padre... en qué grado mi actitud ha sido influenciada por el odio que sentía mi madre hacia él, cuanto nos envenenó ella con su odio, no lo sé..."

Respecto a su madre, Fritz vivió resentido con ella y con su hermana mayor, pues sentía que aquella le daba toda su atención a su hija ciega, al punto que cuando se enteró de sus muertes en los campos de concentración -Amalie el 7 de octubre de 1942 y Else a fines de 1944-, no derramó ni una lágrima. Él no alude, en ningún lugar de sus escritos, sobre el final de su madre, sólo habla de la muerte de su hermana. Tampoco alude al hecho de no haber querido ir al entierro de su padre[3]. Sin embargo en su libro autobiográfico menciona una experiencia hipnopómpica muy significativa que tuvo mientras escribía el libro:
Desperté perplejo y con una sensación de pesantez. Sentado torpemente en mi cama y en trance, tal como algunos enfermos que he visto internados en hospitales mentales, replegados en sus rumiaciones. Ánimas, víctimas de Hitler, especialmente parientes míos y de Lore, visitándome, amonestándome con el dedo, empeñados en hacerme sentir culpable y responsable por ellos. Pero sigo aferrado a mi credo: "Soy responsable únicamente de mí mismo. Tú eres responsable de ti mismo. No acepto tus exigencias sobre mí, como tampoco acepto ninguna intromisión en mi manera de ser". Ya me doy cuenta de que quizás me estoy aferrando demasiado fuertemente a mi credo. (p. 113)

¿Cuánto de su famosa oración está influido por evitar el acercamiento y, por ende, la reactualización del sentimiento primigenio de ser rechazado? ¿Es que su énfasis en “sólo soy responsable de mi” actuaba como defensa a la llamada culpa del sobreviviente? (Schutzembeger, 2002) ¿Esta misma culpa influyó en que no se sintiera merecedor de tener una familia, puesto que él había perdido a la suya?

JUVENTUD
Volviendo al joven Fritz, a los 20 años se le diagnostica una malformación cardíaca, y junto a ello encorvamiento y asma, por lo que es exonerado del servicio militar a inicios de la primera guerra mundial. Pero luego es convocado como ayudante médico en las trincheras (ya había iniciado sus estudios de medicina). Su batallón estaba encargado del ataque con gas venenoso. En este contexto empieza a fumar, “a envenenarse”, como él mismo dijera. Probablemente su hábito fuese su forma de expiar la culpa de haber sobrevivido y/o no haber podido salvar a sus compañeros, envenenados por el gas en un ataque que salió mal. Aún al final de su vida, estas muertes le eran “difíciles de encarar”.

Se gradúa de médico en 1920, ejerciendo como neuropsiquiatra. Forma parte del ambiente bohemio y vanguardista de Berlín. En 1922, cuando Alemania vive un período de gran inflación, un banquero, paciente suyo, le enseña a invertir en acciones. Esto le fue útil en aquel entonces y a lo largo de su vida (Perls, 1987, Gaines, 1993). A fines de 1923 hace un viaje fallido a Estados Unidos. Regresa frustrado, a vivir a casa de sus padres. Esto, y la relación tormentosa con Lucy, lo empujan a iniciar su psicoanálisis con Karen Horney (1926), y luego se interesa en formarse como psicoanalista, acercándose al ala izquierdista (entre ellos la propia Horney y Wilheim Reich). Habiendo viajado a Frankfurt para estudiar y alejarse de Lucy, continúa su psicoanálisis con Clara Happel (1927) y luego con Eugen Harnick (1928-1929). Estando en Frankfurt conoce a Lore Posner, una psicóloga doce años menor que él, y a su retorno a Berlín continúa la relación a distancia. En paralelo tiene varias aventuras sexuales.

MATRIMONIO
Se casa en agosto de 1929 con Lore (Laura). Laura menciona que en sus primeros años de matrimonio él tenía dificultades eréctiles. Pero debe de haber tomado confianza, pues el 23 de julio de 1931 les nace una niña, Renate. Fritz está muy orgulloso porque temía ser estéril. Dirá Laura: "Creo que se casó para averiguar si podía tener un hijo".

En 1930 retoma su psicoanálisis, esta vez con Wilheim Reich, que dura unos dos años. En enero de 1933 Hitler asciende al poder como Canciller. El padre de Laura fallece en marzo. En abril, avizorando los peligros que se avecinan, Perls huye a Holanda, pues era un activista antifascista. Laura y la bebé fueron con familiares de ella al sur de Alemania. En septiembre la familia se reúne en Amsterdam y viven con poco dinero en un lugar estrecho. Este ambiente de zozobra y limitaciones económicas propicia un aborto, datado entre fines del 33 e inicios del 34. Laura cae en depresión tras la pérdida. Incluso en estas condiciones, Perls tiene una aventura con una mujer casada. En noviembre de 1933 fallece Nathan Perls. Fritz no asiste al entierro (lo que resulta comprensible puesto que habían salido huyendo de Alemania). Luego de una corta estancia en Holanda se mudan a Sudáfrica (1934), donde vivirán trece años bastante prósperos, incluidos algunos amoríos por parte de ambos.

Él permanecerá muy cercano a Laura y Renate hasta el nacimiento de su hijo Stephen (en 1935), teniendo Renate 4 años. Perls no quiso que naciera Stephen, según palabras de la misma Laura. Después de la llegada del varón, Perls tomará una gran distancia con su familia hasta el final de su vida. Él se queja de que su esposa y su hija viven en una fuerte simbiosis ¡la misma queja que había hecho a su madre y su hermana Else!

Fritz cuenta con 43 años, y tiene un hijo recién nacido. Se encuentra mal física y psíquicamente. Él nos cuenta:
En 1936 tuve muchos problemas de corazón. Sufría de unos ataques de angina tan dolorosos que estuve contemplando, seriamente, la posibilidad de suicidarme. [Se] me encontró una grave descompensación cardíaca. Las medicinas ayudaban bastante, pero la agonía persistía. Y prefería matarme antes que abandonar el cigarrillo (Perls, 1987).

Es decir que tras el nacimiento de su hijo desarrolla problemas cardíacos, siendo que el corazón representa a la casa (Fleche, 2010), podemos suponer que los sentimientos de animadversión hacia el bebé le son muy intensos y su ansiedad oral es tan fuerte que ni se plantea dejar el hábito de fumar. Todo esto a pesar de que practicaba con regularidad la técnica de Alexander y meditaba (De Casso, p. 118).

VIDA PROFESIONAL
Ese año acudió a un congreso psicoanalítico en Checoslovaquia, lleno de expectativas por sus descubrimientos, pero sólo encontró desinterés, incluso del mismo Reich. Luego visitó a Freud en Viena, de lo cual lo que más recordaría sería su corta conversación: "Vengo de Sudáfrica para presentar un trabajo y verlo a usted". A lo que le respondió Freud: "Bueno, ¿y cuándo se va de regreso?"... Esto lo resintió, aunque habría que saber que Freud en aquel entonces andaba bastante mal de salud. La actitud hacia Freud se comprende en relación a su propia relación con su padre. En Europa se quedaría tres meses.

Por aquel entonces su hermana Grete y su esposo Salomon (Soma) Gutfreund (también doce años mayor que ella, como Perls respecto a Lore), habían salido de Alemania rumbo a Shangai (1938). Vivieron allí casi una década[4].

En enero de 1942 Fritz se enlista en el ejército aliado como médico. Así que viste de uniforme, tiene mucho tiempo libre estando lejos de casa, y vuelve los fines de semana con su familia. Ese mismo año  publica Yo, hambre y agresión (escrito en 1940, ayudado por Laura, aunque luego lo desconocería) durante su estancia en Sudáfrica. El texto pretende ser una revisión y una ampliación del psicoanálisis. Y por ello se desalentaría tanto ante la fría recepción de sus propuestas por parte de sus colegas psicoanalistas. Este fue el puntillazo final de una relación maltrecha con el psicoanálisis, iniciada tras el encuentro, en 1936, con su maestro de aquel entonces.

En 1945 se da de baja en el ejército. Viaja solo a U.S.A. Tiene 53 años. Se hospeda en casa del hermano tercero de Lore, Robert, en Connecticut (su hermana segunda era Liesel y había muerto a manos de los nazis), pero ante su falta de delicadeza como huésped, le piden que se vaya. Va a Nueva York y gracias a Erich Fromm se hace de una clientela. En 1946 conoce a Paul Goodman y de su mano entra al círculo intelectual y artístico de la ciudad, entre quienes estaban el elenco del Living Theatre. En este ambiente de apertura y exploración el “Doctor Perls” va eliminando los límites entre la vida y la terapia, pasando a ser simplemente “Fritz”. Un año después llega su familia. Pero otra vez a disgusto donde está, se va a Los Ángeles, dejando a su familia en Nueva York. No se instala plenamente, va y viene, entre diferentes ciudades, propalando su nueva terapia Esto duró diez años. El plantaba la semilla y luego dejaba a cargo a otro. Evitaba la disciplina y la burocracia (De Casso, p. 169, citando a Lore). En esta etapa se hizo más evidente el tipo de relación que tenía Fritz con su esposa: ella era una madre incondicional de un adolescente rebelde (De Casso, citando a Shepard, p. 170). En este período viaja con Lore a Europa un par de meses. Cuenta Fritz que fueron a visitar la tumba de su suegro:
Visitamos la tumba de su padre y tuve una explosión de pena. Y realmente fue una explosión. Me cogió totalmente desprevenido, como si me hubiera abierto un forúnculo... tampoco entiendo el estallido. Nunca estuve cerca de mi suegro. (1987, p. 202)

Perls habría recibido una indemnización como víctima del nazismo (Bundesentschädigungsgesetz). El pago se realizó en la década del ´50, y le permitió vivir de sus rentas y dedicarse a su actividad profesional sin apuros. Además, invertía su dinero en diferentes negocios (Gaines, p. 50. 100).

En 1954, en uno de sus viajes a Miami, conoce a Marilyn Rosanes-Berret, quien le aplica el método Bates para la mejora de la visión. Ella cuenta que Fritz estaba perdiendo la vista. Tenía una inflamación en un ojo y miopía en el otro, por eso usaba lentes oscuros. Tras dos años de tratamiento con ella mejora mucho de su miopía[5].

Respecto a la miopía no sabemos desde cuando la padecía. Sin embargo es interesante lo que dice Van Dusen sobre Perls, porque en la forma como lo expresa confluyen la impotencia sexual, el hábito de fumar y la miopía:
Un día hablábamos de su "impotencia" que se había producido durante la Primera guerra Mundial; se refería a una impotencia que iba mucho más allá del sentido sexual: la incapacidad de tener una fantasía interna... Él era un médico judío... que tenía que ocuparse de los heridos y los muertos. Daba la impresión de que el shock de estas escenas de guerra lo habían dejado pegado a lo que era externamente visible... no tenía esta fantasía para encubrir [distractores mentales]... significaba que se quedaba pegado a lo que había frente a él. (Gaines, p. 68)

Este "quedarse pegado a lo que tiene enfrente" es una precisa descripción de la miopía, en que se ve lo que está cerca, y con dificultad lo lejano. La relación entre la miopía y el fumar la encontramos también en estas palabras de Perls en su autobiografía:
La mayor parte de mi memoria visual está sumergida en una especie de bruma…Tengo sospechas que esta neblina y mi hábito de fumar están de algún modo relacionados… Desde que comencé este libro…ocurre que veo cada vez más y mejor.

Todos estos cambios en Fritz, de sentirse más auténtico, de impulsar su propio estilo, de empezar a “ver más claro”, le llevó a una crisis. Sintiéndose cada vez más incómodo con Laura, en 1956 la deja y se va a instalar en Miami. Tiene 63 años, está desalentado, su angina de pecho se ha agravado y, según Shepard, "proyectaba vivir en una suerte de retiro hasta que su corazón se rindiera" (De Casso, p. 223). A pesar de todo, sigue viajando cada mes y medio a las ciudades donde ha dejado seguidores. Alan Martin cuenta que el Fritz que él conoció había ido a Miami a recuperar su salud, no “a esperar la muerte”, y que aunque solitario, era un hombre que irradiaba alegría y su vitalidad sexual seguía presente (Gaines, p. 54ss).

Es en Miami donde tiene una de sus experiencias de satori que comenta en su autobiografía: ¿Como reflejo del cambio de etapa que estaba viviendo? (véase Ojeda, 2016). Pues a fines de 1957 conoce a Marty Fromm[6], una mujer casada de 32 años, y ya a inicios de 1958, con 65 años, se encuentra en una relación con ella, pasando de ser su paciente a su amante. Con ella reactivó su vitalidad, experimentan juntos todo tipo de posibilidades sexuales, incluyendo a otras y otros, y probando drogas. Una relación intensa, no exenta de celos, obsesión e intensas peleas. Dice Marty: "Él quería ser el que manejaba todo, el tittiritero que tiraba de los hilos". Cuando le proponen a Perls irse a Ohio (mayo de 1958), simplemente lo decide sin conversarlo con Marty. Dice ella que la lección que recibió fue: "Hice por ti lo posible mientras estuve aquí. No soy responsable de ti. No te debo nada. Adiós". Y ella lo adoptó como criterio de vida (sic) (De Casso, p. 228, citando a Shepard).

Fritz se va a Ohio para una formación de terapeutas. Se instala en la casa de Paul Weisz por unos cuatro meses, siendo despedido de allí, otra vez, por su dificultad de adaptarse a su rol de huésped. Además tampoco tiene límites: hace observaciones "terapéuticas" a la esposa de Paul, sin que ella se las pida. Ese período en Ohio, no exento de viajes, duraría nueve meses, de modo que a inicios de 1959 está de regreso en Florida, retomando la relación con Marty. En este período emplea semanalmente LSD, hasta que unos meses después empieza a evidenciarse una actitud paranoica en él. Marty comenta que esas experiencias giraban en gran parte en relación a su padre. De Casso resume así lo que salía a relucir en esas sesiones:
Efectivamente, toda su vida Fritz había arrastrado, sin ser bien consciente de ello, un gran hueco emocional, manifestado en su escasa auto-valoración y confianza en sí mismo y, correspondientemente, en su insaciable necesidad de reconocimiento, en su egocentrismo y en sus suspicacias y celos frente a los demás. (p. 229)

Alrededor de ésta época viaja a San Francisco y se hospeda en casa de Van Dusen por mes y medio. Al volver a Florida continúa su uso frenético con el LSD, lo que aumenta sus celos hacia Marty. Por navidades viaja a Nueva York y a su retorno Marty le dice que está interesándose en un joven (un tallerista de Fritz). Entonces, sus hemorroides, de las que sufre desde algún tiempo atrás, sangran, en una escena que recuerda la muerte del tío Emil. Las hemorroides nos hablan de esa falta de lugar donde “asentarse” de la que adolecía Fritz. Pero el hecho de que sangren cuando Marty le habla de su amorío, direcciona el síntoma a la marranada que siente que le ha hecho ella (para el inconsciente biológico una pareja es un familiar, un con-sanguíneo) (Fleche, 2015).

Marty se queda con él y al día siguiente lo operan. Marty y Peter, el susodicho, lo visitan durante su estancia en el hospital. Tres semanas después hay una nueva cirugía, por una súbita y muy dolorosa obstrucción urinaria, debido a una próstata inflamada, lo que termina en su extirpación. La próstata, el órgano de la potencia sexual masculina, se acrecienta, como un intento de Fritz de virilizarse (véase Fleche, 2015) para enfrentar al joven competidor, que encima se atreve a “visitarlo”. Perls la conmina a decidirse por uno de los dos, y aunque Marty lo elige a él, ya la relación está moribunda. Viajan a Europa por cinco semanas como una suerte de bonita despedida. Al retorno Fritz va a Nueva York y ella a Miami.

A mediados de 1960 Perls se encuentra otra vez en casa de Van Dusen, pero esta vez, al cabo de otro mes y medio, saca de quicio a la esposa de Van Dusen, por su actitud pesada de "terapear" y su poco aseo y orden.

Esta situación de ser una molestia como huésped, vivida al menos tres veces, a lo largo del tiempo, con tres familias distintas (con Robert, Weisz y Van Dusen), evidencia una suerte de creencia que podemos expresar así: "No merezco estar en familia". Permanece allí hasta fines del año, cuando marcha a Los Ángeles. En este período Jim Simkin dirá que lo ve menos iracundo, quizá debido a las dos operaciones que se ha realizado o quizá al trabajo expresivo pictórico que ha estado realizando con Fritz Faiss. Viaja por diferentes ciudades de los alrededores, hasta que en 1962 decide hacer un viaje alrededor del mundo, buscando aclarar su panorama futuro. Un largo viaje de quince meses: Hawai, Japón, Hong Kong, Israel, Europa. Estando en Tokio intenta hacer una cura para dejar de fumar pero sólo aguantó la abstinencia tres días, abandonando furibundo el hospital.

Cinco de esos meses los pasa en Israel, la tierra de sus ancestros. Dicen sus biógrafos que esta temporada fue bastante positiva. Se desconecta de la terapia, se dedica a pintar y a vivir la vida. Perls retorna a Nueva York cumplidos sus setenta años. Y antes de abandonar Nueva York para volver a Los Ángeles, acude a un encuentro de terapeutas. Él refiere:
Llevaba aún a cuestas la desazón que sentía por mi profesión... Estaba muy afligido y tuve un ataque de angina de pecho que me asustó y me tuvo en cama por un día... En una sesión de grupo tuve una explosión de desesperación. Esa explosión fue verdadera, con sollozos violentos, sin importarme la presencia de extraños. Un de profundis. Esta explosión me ayudó bastante. Después fui capaz de reevaluar mi posición y estuve dispuesto a retomar nuevamente mi profesión. (Perls, 119)

Faiss recuerda que a su retorno de Israel Perls fuma menos de las tres cajetillas que solía consumir. Aunque nunca dejó de fumar completamente, fumaba sobre todo durante las sesiones de grupo. Gabrielle Roth también lo recuerda como fumador empedernido y señala: "El hecho es que el tabaco lo mantiene a uno alejado precisamente de la cosa que él proponía; mantiene la respiración arriba, en el pecho, y no permite la inhalación profunda hasta el estómago para estar en un espacio claro, que es el "ahora" (Gaines, p. 211).

ESALEN
Fines de 1963. Perls es invitado a lo que luego se conocería como el Instituto Esalen. Luego, en el segundo semestre de 1964 se instala allí. Al principio sus grupos son reducidos, su salud es precaria, se encuentra mal del corazón, anda encorvado, emana cansancio... El cocinero de Esalen recuerda que "era muy formal, vestía chaqueta y corbata, y fumaba permanentemente." Pero ya se empieza a operar una transformación positiva en su carácter. Se va haciendo más cálido.

Así estuvo hasta 1965. Durante 1966 ocurre un gran cambio en Fritz. Todo parece indicar que tras un tratamiento intensivo de una semana, recibiendo sesiones de integración somato-sensorial con Ida Rolf (Rolfing) sentirá que le han devuelto la vida. Cuenta Ida:
[Luego que] trabajamos nunca más tuvo problemas serios con su corazón. Se trataba simplemente de organizar su cuello. Años antes había sido sometido a una intervención quirúrgica, y cuando empezó a volver en sí, le dijo al anestesista: "Me has herido. Hay algo malo en mi cuello". Y el anestesista dijo: "No, eso es imposible."

Ida cuenta que durante el trabajo con su cuello, Fritz quedó inconsciente, y ella pensó que estaba reviviendo el episodio de la anestesia; y, al revivir la experiencia, algo se disolvió (Gaines, p. 194). Parece ser que la operación habría sido la de las hemorroides.  El mismo Perls le da un sentido metafórico, más cercano a la realidad biológica, al mencionar que Marty le rompió el corazón y relacionándolo con sus problemas cardíacos de aquel entonces. Él también cuenta que habiendo tomado psilocibina recordó cómo tuvo que confrontar con la muerte tras la operación. Tras revivenciar aquella noche volvió con un gran deseo de vivir (Perls, 1987).
Fritz recuerda a Ida agradecido, en sus memorias:
Ella me salvó la vida... En la angina de pecho los músculos del corazón y en el brazo izquierdo se tornan muy dolorosos... Ida abrió todos los calambres en esos músculos y pude respirar libremente… También padecía a veces de unos dolores en la espalda, que me paralizaban, y éstos han mejorado en un 80-90%. En total puedes ver que tengo fundadas razones para estarle muy agradecido."

La descripción de los achaques de Fritz tienen un curioso parecido con lo que habría vivido durante su nacimiento (parto difícil, en el que se usó fórceps) y, en ese sentido, el rolfing habría actuado también a ese nivel. Literalmente, Fritz renació. Luego siguió tomando sesiones con otros discípulos de Ida.

El hombre formal de chaleco y corbata va dando paso a un barbón, de guayaberas. Se mete de lleno a involucrarse con Esalen e inicia su proyecto de construir su casa en las instalaciones, una nueva casa simbólica. Una nueva vitalidad le invade. Los que lo conocían notaron los cambios en su forma de ser: más cálido, más receptivo. Tiene 73 años.

En su cumpleaños 75 años (julio de 1968) está exultante. Por aquel entonces buscaba acercarse a su hijo Stephen, que era psicólogo. Le pidió a él que fuese con su esposa (también psicóloga) a la celebración. Tenía un particular interés en que su hijo aprendiese de él. Pero Stephen sentía que este hombre, ausente gran parte de su vida, ahora lo presionaba para que le siga los pasos, y no estuvo dispuesto a ello. En cambio, no invitó a  su hija Renate, en quien, según De Casso, veía su propia necesidad de reconocimiento. Tampoco le dejó nada especial al morir, como en cambio sí lo hizo con Stephen (su colección de sellos). En ese año se corona como el gurú para los hippies.

LAGO COWICHAN
Nixon había ganado las elecciones de 1968 y asumiría el cargo el siguiente año, lo que reactiva en Fritz los fantasmas del fascismo, y empieza a pensar en irse de Estados Unidos, cosa que haría en febrero de 1969, yendo al Lago Cowichan, en Canadá. Si cinco años antes se había dicho que había encontrado su hogar (Esalen), ahora emprende un nuevo proyecto: el kibbutz gestáltico.
Visita frecuentemente a la familia de su anfitrión, Sol Kort. Esta vez se integra fácilmente a la dinámica de esa familia. En Canadá se tornó más amable, más confiado, buscaba menos la aprobación de los demás, fumaba menos.

En sus últimos seis meses estuvo muy entusiasmado, viajando para publicitar su nuevo Centro, escribiendo, dando conferencias, siendo filmado. Pero, entretanto, la muerte se fue colando de a pocos. En su último cumpleaños, el 76, no estuvo de buen humor. Se le incendió la barba al soplar las velas y le dio un “terror de muerte” (Gaines, p. 303). Cada vez tenía más sueño. A fines de 1969 decide ir a Europa y curiosamente lo hace en primera clase, a diferencia de como viajaba siempre, en clase turista. Embarca en Nueva York, pasando antes por donde Laura. Aún en Canadá, en uno de sus talleres le pidió al grupo que le cantasen Auld Lang Syne[7], una canción que ya le habían cantado sus compañeros de viaje a su retorno en barco, a Sudáfrica, tras su fallido encuentro con Freud en 1936, y que “le había estremecido hasta el fondo”. ¿Presagiaba que llegaba al final de su Sueño y Existencia?
Antes de retornar de Europa visita a un médico en Londres, en contra de su costumbre. Se encontraba débil y tenía "fiebre de Hong Kong". Ya en Estados Unidos, a fines de febrero de 1970, presenta náuseas y diarrea, y entre sesión y sesión de un taller que dirigía, se echaba a la cama (Shepard, citado por De Casso, p. 420). Días después, en el último taller que realizaría, presentaba mucho dolor, estaba pálido y cansado, no tenía energía y no podía comer. Unas radiografías mostraron que su corazón estaba aparentemente bien. Clínicamente le diagnosticaron cáncer de páncreas. Tras la biopsia cayó en coma, falleciendo de un paro cardíaco el 14 de marzo de 1970, de 76 años, a la misma edad que su padre y su tío Emil. Aunque la autopsia reveló que había un cáncer de páncreas en curso, su médico comentó que hubiera tardado mucho en morir a causa del cáncer (Gaines, p. 319s). Su corazón sí se encontraba muy debilitado. Ya Ida Rolf lo había notado pues, antes de su viaje a Europa, habiéndose encontrado con él le advirtió de la necesidad de rolfing.

Ver parte 2 aquí.



[1] En su autobiografía Perls lo llama Eugen. Eugen en realidad era el hermano de su madre, tal como lo aclara Laura Perls (Gaines, p. 27). La confusión se debería a que ambos tíos eran médicos y le caían mal.
[2] Hermann Staub era un tío lejano por la línea paterna: las hermanas Emilie y Fanny Orgler se casaron con un Staub y un Perls, respectivamente; y una prima de ellas, Ernestine Orgler, fue la madre de Hermann.
[3] De Casso (p. 229) refiere que habría ocurrido cuando Perls se encontraba en Estados Unidos, sin citar la fuente. Bocian señala la fecha como el 17-11-1933, de muerte natural, contando con 76 años. Otras fuentes  genealógicas confirman el año. Por ello estaban solas su esposa e hija cuando fueron trasladadas al campo de concentración, años más tarde.
[4] Grete y su esposo en una fecha indeterminada entre 1947 y 1953 viajaron a Israel. En 1953 enrumban a Nueva York. Grete enviudó en 1963 (Fetthauer, 2007). Falleció el 5 de abril de 1980 (Aufbau, 2018), en Nueva York. Aparentemente no tuvo hijos.
[5] Rosanes se hizo luego terapeuta gestáltica, fundó un instituto gestalt aún vigente y, fruto de su experiencia con el método Bates y la Gestalt, publica en 1974: ¿En Realidad Necesita Usted Anteojos?
[6] “Marty” también fue el nombre de un primo suyo al que “estimaba mucho” y el cual “nunca pareció interesarse en las muchachas”. Se suicidó y Fritz pensaba que fue debido a la culpa por la masturbación. ¿Podemos pensar también en que ese primo tuviera conflictos por su orientación sexual? Y conociendo el polimorfismo sexual de Fritz, no sería de extrañar que ese primo haya formado parte de sus fantasías sexuales. El nombre de su pareja como evocación del primo es llamativo.
[7] Los scouts la han popularizado como Canción de Despedida. En Perú ha sido adaptada y se le conoce como El Jipi Jay.