En el siguiente caso expuesto por Fritz Perls vemos el trabajo sobre el trauma del nacimiento pero desde el lado de la madre:
He llevado a unos cuantos pacientes míos a través de una experiencia semejante al nacimiento... Hubo un caso que vale la pena ser registrado. Trabajé el sueño de una mujer de mediana edad. No puede soltar a su hija y la está volviendo loca con su aferrarse a ella hasta el punto de tener que internarse. Vive la vida de su hija, es "super-responsable", continuamente interfiriendo. Entonces hice algo nuevo. A varias personas que tienen fijaciones con cordón umbilical les he hecho jugar al nacimiento. En esta oportunidad dejé que ella reviviera una vez más el momento del parto de su hija. No había habido (...) tal trauma del nacimiento, únicamente faltaba tomar conciencia real de la separación. A medida que progresaba el trabajo, se hizo evidente que donde otros tienen una sensación de lo propio, de personalidad, de ser único e individual, ella no tenía más que un hueco, un vacío estéril.
Después de su vivencia del parto, la puse en contacto con su cuerpo y el resto del mundo, algo que antes estaba ausente para ella. En otras palabras, empecé a cambiar el vacío estéril, que hasta entonces estaba lleno con su hija, por el principio de un vacío fértil. Un descubrir su propio valor y su propia sustancia...
Referencia Bibliográfica:
Perls, F. (1987). Dentro y fuera del tarro de la basura. (3a. ed.). Santiago: Cuatro Vientos, pp. 208s