El apéndice, ese pequeño órgano que sólo tenemos presente en una emergencia, cuando terminamos en el quirófano por una apendicitis, ha sido por mucho tiempo considerado "accesorio", un "vestigio de la evolución", por lo tanto si fastidia hay que "sacarlo nomás". NADA hay en el cuerpo humano que esté demás, nada sobra, todo cumple una función. Que a veces no la sepamos es otra cosa.
El Journal of Theoretical Biology de Octubre 2007 informó que se había "descubierto" (valdría decir re-descubierto porque otras tradiciones médicas ya hablan de esto) la FUNCION del órgano. El apéndice es una fábrica de bacterias pre-bióticas que protegen los intestinos y mantienen el colon limpio, previniendo infecciones.
Tanto las amígdalas (que se extirpaban hace unas décadas como rutina) como el apéndice ayudan al sistema de defensa inmune. Un ejemplo de esto: en el Linfoma de Hodgkin (1% del total de casos de cáncer) se encuentra una alta relación de riesgo en los pacientes amigdalectomizados y apendicectomizados. Sin amígdalas ni apéndice, sólo queda el sistema linfático para hacer frente a la regulación orgánica.
Así que, antes de una propuesta para cirugía, para cortar, hay que estar seguro si no existen otras opciones.