lunes, 14 de marzo de 2011

Lo sexual y lo divino

Alguien que haya venido leyendo los últimos posts podría estar pensando: "este señor está sexualizando todo". craso error de interpretación. De lo que se trata es de poder reconocer que siendo seres viviendo una experiencia humana, encarnada, nos ha sido dado el  aprender a través de nuestro cuerpo principalmente. Una disciplina tan espiritual como el Budismo Zen extrae sus aprendizajes desde el cuerpo: observar los propios procesos físicos, emocionales, mentales, DESDE LA CONCIENCIA DEL CUERPO. De eso estamos hablando. Occidente enfatizó en demasía el intelecto, dividiendo el sentir y el pensar, y alejándonos de nuestro corporeidad. Que nos dice Reich para recuperarla:

"Desde luego, en la estructura del niño la excitación sexual, la idea de padre y la idea de Dios (castigador)* constituyen una unidad. En los tratamientos, esta unidad se nos presenta de una manera concreta bajo la forma de un espasmo muscular genital. Con la eliminación del estado espasmódico de la musculatura genital ceden también la idea de Dios (castigador) y el temor al padre. El espasmo genital, por tanto, no sólo constituye la cimentación estructural fisiológica del temor religioso, sino que crea a la vez el temor al placer, que se convierte en el elemento primordial de toda moral religiosa (189).
(...)
En la idea de Dios aparecen objetivadas la propia conciencia de cada cual y la advertencia o amenaza internalizadas de los padres o educadores... Lo que es menos claro (para la mayoría de la gente) es que la fe y el temor a Dios sean una excitación sexual energética que ha cambiado su meta y su contenido (p. 192)"

Estos sentimientos religiosos corresponden a un estadío infantil de la fe, cimentada en lo que nos han trasmitido los padres y la sociedad. El estadío siguiente corresponde, ya no a creer ciegamente, sino a la fe resultado de la experiencia, de la vivencia. En este estadío se pasa del espasmo genital al (la capacidad del) reflejo orgásmico, y la divinidad se revela a traves de la sexualidad. Ya no hay un Dios que castiga los pecados (sexuales), sino un Dios benevolente, que se complace en el placer de sus hijos. Incluso, un ateo puede vivir la experiencia llamándola "experiencia cósmica" "experiencia integradora", etc. El Ser Biológico se ha reconocido a sí mismo: Es parte de un Todo.
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* Los paréntesis son míos.
(Tomado de Psicología de Masas del Fascismo, Wilhelm Reich).