lunes, 12 de marzo de 2018

Frases Sanadoras

Las Frases Sanadoras surgen como concepto a través de Bert Hellinger y su trabajo de Constelaciones Familiares. Son frases que podemos llamar arquetípicas, pues son enunciados cortos cuya contundencia generan un impacto emocional reestructurador y reconciliador. Son verdades evidentes, directas, francas. No son justificaciones ni buenos deseos. Es señalar hechos. Por ello no basta decirlas, sino sentirlas y creerlas, siendo fiel reflejo de lo que es.

Estas frases forman parte natural de la vida cotidiana en las relaciones sanas.

Su uso puede extenderse a momentos cruciales de una sesión terapéutica, donde el consultante, atravesando un momento de conexión con un adulto significativo de su pasado o su presente, las recibe u ofrece en un contexto de diálogo imaginal, a fin de integrarlas a su experiencia.


Aquí algunas frases sanadoras:

Para el primogénito:
Tú eres el que llegó primero, por eso eres especial.
Tú me hiciste mamá, tú eres mi hijo mayor, nadie te puede quitar ese lugar.
Estoy muy orgulloso de ti.

A un hijo con padres separados:
Tu papá y yo dejamos de ser pareja, pero siempre seremos tus padres.
Nos puedes amar a los dos.
Amo a tu padre en ti.
Me gusta lo que tienes de ella (de tu madre).

Al niño pequeño (o al niño interno de un hijo adulto):
No pensé que como bebé podías sentirte solo y triste.
Lamento no haber confiado en mi instinto, en mi intuición de madre.
Lo siento mucho, no sabía cuan solo podías sentirte.

A un hijo desplazado:
Entiendo que estés enojado conmigo por no atenderte.
Comprendo que estés molesta con tu hermanito, sentiste que te quitó tu lugar.
Lamento haberte criado con golpes y gritos.

A un hijo tirano o parentalizado:
Yo soy tu madre, yo soy grande, soy fuerte, yo puedo.

Referencias Bibliográficas:
Hellinger, Bert (libros varios)
Rincón, L. (2009). El abrazo que lleva al amor. México: Prekop, p. 183s