Se conoce sobre este tema la siguiente anécdota:
Una dama sueña que está siendo perseguida por un negro muy audaz. Ella trata de escaparse corriendo, pero él corre más rápido que ella. Agotada, ella se regresa y grita:
- "¡Bueno! ¿Para qué me quiere usted?"
- "¡Yo no sé! ¡Es su sueño, señora!"
O una variante, contada por la actriz Jacqueline Maillan:
"Yo soñé que estaba en un bosque. Encontré a un sátiro...
¡Corrí! ¡Corrí! ¡Corrí!
¡...Jamás pude alcanzarlo!"
Cuando trabaja un sueño, el cliente podrá ser invitado por ejemplo a representar sucesivamente: a la persona que va por un camino, la maleta que tiene en la mano, el contenido de esta maleta, el camino que ella toma, un obstáculo en este camino, etcétera.
- "Camino por un camino recto, sin límites y sin bordes. No sé adónde me lleva. No sé dónde voy. Camino por este camino como autómata.
- Soy la maleta: me llevan, me colocan, me toman, me abren, me llenan, me vacían. No soy responsable de lo que pasa.
- Soy el contenido de esta maleta: hay muchas cosas apiladas ahí desde hace mucho tiempo; cosas útiles, pero también cosas inútiles que me pesan y que me estorban. Es tiempo de escoger para no guardar sino ¡lo esencial!
- Lo esencial para mí es que soy ligera y libre y no me estorban los recuerdos caducos y los conocimientos inútiles.
- Ahora me convierto en el camino: estoy tranquilo, estoy colocado ahí y sigo recto, sin ocuparme de nada. No tengo necesidad de ninguna señal evidente para otros; ¡lástima por aquéllos que no tienen confianza en mí! ¡Yo sé adónde voy y pueden tenerme confianza, en lugar de prepararme antes para los otros! Puedo construir mi vida según mis circunstancias y también improvisar con riesgo y creatividad, y no enterrarme vivo, como un funcionario público laborioso cuyo camino está arreglado hasta la jubilación".
Extraído de:
Ginger, S. y Ginger, A. (1993). Gestalt. Una terapia de contacto. México D. F.: Manual Moderno, 30s